
Jane fue una abogada muy exitosa que tuvo todo el éxito pero estuvo plagada de una sensación persistente de miedo y ansiedad financiera. Ella había trabajado duro para hacer todas las cosas correctas, profesional y financieramente, y de hecho, fue bastante exitosa.
Desafortunadamente, debido a los viejos patrones y conductas que surgieron de los traumas familiares, Jane no pudo relajarse y disfrutar de su éxito. En cambio, constantemente se preocupaba y estaba muy "protegida" financieramente y no podía gastar ni compartir su dinero con su prometida.
Jane no pudo ser "íntima financieramente", lo que provocó que su prometida se sintiera "excluida" y no valorada o confiable a veces. A lo largo de nuestro trabajo en conjunto, Jane aprendió la raíz de su desconfianza y protección financiera y aprendió a crear límites saludables y respetuosos con su prometida que permitieron que su relación se volviera más abierta y confiable. Ahora están felizmente casados y ahora tienen un lenguaje común y una comprensión de cómo comunicarse sobre el dinero.